¿Qué equipos de pasteurización son los más utilizados dentro de la industria láctea actualmente?

La pasteurización es el proceso mediante el cual se calientan las diferentes partículas de un producto con el objetivo de destruir los microorganismos patógenos presentes. El sistema empleado varía en función de las propiedades del producto y de los resultados que se quieran obtener.

Los pasteurizadores sirven para eliminar los microorganismos y para homogeneizar cualquier líquido o mezcla. Aunque pueden ser utilizados con cualquier tipo de líquido como zumos o productos lácteos, se recomienda su uso especialmente para preparar las mezclas líquidas.

Para la crema de leche, el proceso de pasteurización debe realizarse a 95 °C durante 20 segundos, y pasado este tiempo, someterla a un proceso de enfriamiento rápido a 65 °C.

Para el correcto descremado de la leche, se debe someter a 95 °C durante 15 o 20 segundos, para luego enfriar el resultado hasta los 21 °C. Con estas condiciones, se expone a la crema a una temperatura elevada, con el objetivo de eliminar las lipasas, que son las causantes de que el resultado pueda quedar con un regusto a rancio.

Para la pasteurización de leche en polvo, la temperatura y el tiempo del tratamiento varían de forma sensible. Si queremos pasteurizar leche descremada es necesario someterla a un proceso de calentamiento a 88ºC durante 3 minutos.

En el caso de la leche más grasosa, debería calentarse un poquito más, hasta llegar a los 90ºC, también durante 3 minutos. Esto garantiza la eliminación de las lipasas y una notable reducción de la flora bacteriana de dicha leche.

En el caso de los quesos, el proceso de pasteurización de la leche también cambia ligeramente. Existen dos tipos diferentes de tratamientos según lo que se busque: un tratamiento rápido, donde se aumenta la temperatura de la leche a 70ºC durante 15 o 20 segundos, o uno lento, donde la temperatura disminuye a 65ºC durante 30 minutos.

Si se somete la leche a temperaturas mayores, el calcio precipita y se convierte a trifosfato cálcico. Este, con toda probabilidad, provocará una coagulación errónea que afectará directamente a la producción del queso.

Tienen una capacidad limitada, pues su nivel de producción oscila entre 250 L/h hasta los 1500L/h. Su requerimiento de potencia eléctrica es superior, ya que pueden incorporar resistencias de 8 a 30 kW (una o dos) para conseguir llegar a la temperatura de pasteurización deseada.

Además, son sistemas más económicos y compactos, ideales para pequeñas producciones en las que no es necesario pasteurizar grandes cantidades diarias.

Pueden pasteurizar desde 500 a 10000 L/h y se caracterizan por un mayor tamaño y menor consumo eléctrico, siendo más eficientes que los eléctricos. Sus características les permiten procesar producciones diarias muy elevadas.

Ambos sistemas pueden ser semiautomáticos o completamente automáticos si se requiere, aunque un sistema autónomo es más recomendable para plantas de pasteurización industrial de grandes producciones.

En InoxMIM gozamos de una amplia y dilatada experiencia en cuanto a los procesos de pasteurización. En nosotros encontrará una empresa que siempre ha apostado por la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, con especial atención al sector alimentario y a los equipos de pasteurización industrial de los productos lácticos. 

Somos muy conscientes que estos equipos representan una inversión importante para cualquier empresa, al mismo tiempo que suelen generar ciertas dudas si no se conocen los modelos o sus aplicaciones concretas. Por este motivo, nos ponemos a su disposición para resolver cualquier duda sobre los equipos de pasteurización más utilizados en la industria láctea. Puede llamarnos al +34 972 58 20 40 o, si lo prefiere, rellene el formulario de contacto.