Entrevistamos a Albert Moreno
Hoy charlamos con Albert Moreno, director comercial de la compañía, para hacerle una entrevista acerca de la evolución de una empresa con InoxMIM, con una trayectoria de más de veinticinco años, desarrollando todo tipo de maquinaria de agitación y mezcla para la industria de procesos.
1- Buenos días Sr. Albert, para contextualizar un poquito mejor a los lectores, me gustaría que me contara un poco los orígenes de una empresa como la suya. ¿Cómo y cuándo empezó todo en InoxMIM?
Hará veinticinco años, fue en 1997, cuando InoxMIM empezó a fabricar piezas de mecanización para componentes que se usan en equipos de agitación, también en equipos de bombeo, y otras industrias. De forma progresiva, las demandas que recibíamos y la naturaleza de nuestros clientes hicieron que cada vez fabricásemos más componentes de agitación.
Fuimos adquiriendo aún más conocimientos sobre la fabricación de estos elementos hasta que un día decidimos dar el paso. Nos planteamos: “si estamos fabricando componentes y estamos ayudando a otros fabricantes a desarrollar, aprender y mejorar, ¿por qué no damos el paso y nos dedicamos a crear nuestra propia gama de productos? ¿Por qué no pasamos de hacer pequeños componentes y partes de un equipo y pasamos a crear equipos completos?”. Y así fue.
El primer paso fue empezar a fabricar agitadores, que son componentes a priori más sencillos por la cantidad de elementos que llevan. También porque no requieren ni una fundición a medida ni diseño específico, sino que hidráulicamente cada fabricante es libre de hacer su propio desarrollo. Además de que no se requiere producir grandes cantidades, ni moldes, sino que lo puedes trabajar con más libertad según tu conocimiento y habilidad. De este modo, empezamos a afrontar nuestra gama de agitación. Y, después de un par de años, empezamos a trabajar con nuestra gama de bombas centrífugas. Evidentemente, durante todos estos años ha habido una evolución en los modelos optimización. Poco a poco hemos ido trabajando en el desarrollo de esta gama de productos hasta que hace ocho años, más o menos, fue cuando nos metimos de lleno en la tercera gama de productos actuales, que es el tema de las soluciones de ingeniería, con soluciones completas desde los kits de fabricación a partes de líneas.
2- ¿Podríamos decir que, al principio, estabais centrados en la industria alimentaria y habéis ido incorporando otros perfiles industriales en vuestro target?
En nuestros inicios, el producto que hacíamos en InoxMIM estaba relacionado mayormente con la alimentación, la industria química y la industria pesada. Nuestra evolución ha consistido en irnos especializando y creando una gama de agitadores y bombas de mejor calidad y diseño.
Hemos ido avanzando, enfocándonos sobre todo en la cuestión del bombeo, que es lo que hoy en día nos define y nos permite destacar en el ámbito de la alimentación y la cosmética. Podríamos decir que nuestro punto fuerte son los agitadores para la industria química fina, como la farmacéutica, la alimentación, la cosmética o el tratamiento de aguas.
3- A medida que os habéis ido especializando en la fabricación de agitadores para este tipo de industrias, debéis haber incorporado perfiles profesionales muy específicos, ¿no?
Hemos ido creciendo poco a poco y desde nuestros inicios que hemos incorporado perfiles profesionales del sector de la ingeniería. A partir del 2000 creamos la figura del jefe de ingeniería, que pasó a responsabilizarse del diseño y el control de calidad que requiere, por ejemplo, la ISO 9001.
Actualmente, nuestro equipo está formado por unas cuarenta personas, además de las empresas externas auxiliares con las que trabajamos. Nuestro departamento técnico está compuesto por ingenieros que se dedican a la fabricación de soluciones a medida, diseño, optimización y verificación de estas. Además, disponemos de responsables de automatizaciones, que se encargan de los cuadros eléctricos y las automatizaciones de equipos para poder dar un servicio completo.
Eso sería en cuanto a la fabricación, pero también tenemos un departamento comercial que se encarga de vender nuestros productos en diferentes mercados.
4- Has comentado que fabricáis soluciones a medida, ¿en qué consiste exactamente este proceso?
Hace ya ocho años que empezamos a optimizar nuestras soluciones a medida. En aquel momento decidimos estandarizar los modelos de equipos que fabricábamos para que fuese más sencillo identificar las características de estos equipos y así definir cuál de ellos es el idóneo para una empresa en concreto. Empezamos con los equipos de tratamiento térmico, aquellos que precalientan, enfrían y pasteurizan.
5- El tratamiento térmico es un proceso complejo, ¿podría explicarnos por qué?
Una vez tienes un producto acabado, necesitas garantizar que será seguro para el consumo humano en el tiempo. De aquí, precisamente, la existencia de fechas de caducidad. Por este motivo se realizan procesos de pasteurización: para garantizar que no crecerán bacterias y que aquella leche puede estar en una estantería de un supermercado durante algunos meses con una calidad óptima.
Cuando en InoxMIM estandarizamos los equipos de pasteurización, lo hicimos pensando en crear maquinaria para pasteurizar todo tipo de líquidos, como la cerveza o el zumo de naranja, e incluso líquidos con sólidos.
Una vez se ha llevado a cabo el tratamiento térmico correspondiente a la pasteurización, es necesario limpiar a la perfección este equipo. Desde InoxMIM, para dar respuesta a esta necesidad, diseñamos nuestros equipos CIP, que permiten garantizar una limpieza óptima.
6- Por lo que nos está explicando, habéis profundizado en el tema de la pasteurización y ofrecéis varios equipos relacionados con este proceso.
Nuestros equipos de pasteurización cuentan con la tecnología HTST-HIGH Temperature Short Time, que nos permite obtener unas condiciones higiénicas para poder trabajar con temperaturas de hasta 95 grados y estabilizar el producto.
Con estos equipos, por ejemplo, podemos aplicar un tratamiento térmico a la leche que nos permite matar todas las bacterias y adecuarla al producto que se quiera elaborar. La leche de consumo humano se pasteuriza a una temperatura muy alta durante unos 20-30 segundos y después se enfría rápidamente. En cambio, en el caso de los yogures hay que mantener la leche a alta temperatura más del doble de tiempo. En el caso del queso, las condiciones de pasteurización tienen que ser unas otras. En definitiva: según el tipo de producto hay que aplicar una temperatura determinada durante un tiempo concreto y, con las máquinas de pasteurización de InoxMIM, esto es posible.
7- Cuando un cliente contacta con vosotros, ¿qué tipo de acompañamiento le ofrecéis hasta que se materializa la compra?
Bien, en el caso de los equipos que tenemos estandarizados, el proceso es muy sencillo. En cada modelo está definido la capacidad, el caudal, la densidad, etc., y eso facilita mucho la elección. Cuando se trata de peticiones más complejas, en el sentido de que necesitan agitadores o bombas, les ofrecemos un acompañamiento que consiste en poner sobre la mesa todas aquellas preguntas que los clientes, a priori, no se plantean, para así asegurarnos de que su elección es la correcta.
En cambio, si un cliente nos pide un fusor o un reactor completo, el proceso de compra se dilata, ya que hay muchas horas de asistencia y llamadas antes de concretar el diseño del modelo adecuado para proceder a fabricarlo.
8- Por lo que nos explica, ofrecéis una maquinaria de altas prestaciones a unos sectores muy específicos. En el mercado actual, pocas empresas ofrecen ese grado de especialización, ¿eso os facilita abrir mercado en el exterior a nivel empresarial?
Hace años que la expansión internacional entra en los planes de negocio de nuestra empresa. A finales de la crisis del 2008, nuestro mercado era en un 80% nacional. En aquel contexto, nosotros y muchas otras empresas de aquí, nos encontramos en una situación en la que la internacionalización era incuestionable. Hicimos la reflexión de “tenemos un producto de calidad que funciona, por qué no venderlo en el exterior”. Entonces empezamos a venderlo en el mercado francés y a partir de aquí en países más lejanos como Europa del Este, Australia, Vietnam o países asiáticos.
Hemos ido trabajando en la dirección de internacionalizar nuestros productos y, hoy en día, podemos afirmar que el mercado francés, el portugués y el sudamericano, representan una parte importante de nuestras ventas.
9- ¿Cómo es el mercado suramericano?
En InoxMIM tenemos una filial en Chile y eso nos permite tener una visión muy concreta del mercado suramericano. Se trata de un mercado muy sensible a las crisis y cambios actuales. En este sentido, el comportamiento y la regularidad de las ventas fluctúa en función de la situación socioeconómica del país. Eso también complica la definición de una estrategia de implantación a largo plazo allí.
10- ¿El futuro de InoxMIM por qué mercados pasa?
Nuestro futuro pasa por seguir trabajando en nuestras gamas actuales de productos, que son de fabricación 100% europea. Esto nos permite tener unos plazos de entrega más cortos que algunos de nuestros competidores y, por lo tanto, supone una ventaja competitiva para InoxMIM. El hecho de no depender de productos que provienen de fábricas de Taiwan, China o India nos resulta beneficioso y nos permite entrar en mercados en los que antes nos era complicado hacerlo. No vendemos únicamente una maquinaria de gran calidad, sino que también vendemos rapidez en las entregas.
Nos gustaría poder adentrarnos de manera sólida en mercados como por ejemplo Italia. Este mercado es el tercero más importante a nivel europeo. El segundo es el francés, en el que ya estamos trabajando y, si conseguimos sumar el italiano, conseguiríamos acercarnos al liderazgo europeo como fabricantes de este tipo de maquinaria. Y no solo eso, sino que podríamos llegar a duplicar la facturación actual.